Cada puerta y cada ventana de un espacio vital son como las «bocas» por dónde entra y sale la energía Chi. Para imaginarnos la circulación de esta energía, basta echar un vistazo y observar por dónde pasa la luz natural, o por dónde pasaría una corriente de agua por la casa.
Para mejorar la circulación de la energía, podemos seguir unos sencillos consejos:
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Con el pasar de los años se van acumulando montones de cosas inútiles, con la vana esperanza de que las vamos a necesitar en el futuro, o simplemente nos da pena tirarlas a la basura. La energía estancada de todos estos objetos viejos te impiden avanzar hacia nuevas oportunidades futuras, emprender nuevos proyectos. Producen aletargamiento y cansancio. Ponte las pilas, y saca de tu vida todo aquello que signifique pasado y ya no te sirva para nada. El pasado ya no es tu presente. Piensa en futuro. Abre ventanas y puertas para que el ambiente se renueve y circule correctamente el aire fresco. Mantener limpia la casa, aromatizar el ambiente, y mantener el orden debe ser una prioridad en tus tareas ordinarias. Hazte con varias cajas de cartón y mete en ellas todas las cosas que hace tiempo que no utilizas, documentos sin importancia, objetos de tu historia personal que quieres dejar atrás, … Si al cabo de un mes no has echado nada de menos, tíralo o dónalo a alguna organización de caridad. No lo dejes para mañana. Empieza hoy mismo. Te sentirás mejor y comprobarás cómo las ideas fluyen con más claridad. |
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2. Espejos. Multiplican la luz, y son muy útiles en sitios oscuros, dónde escasea la luz natural. Mejoran el Chi y proporcionan una energía Yang más estimulante y dinámica. Evita ponerlos en el dormitorio frente a la cama, ya que pueden inducir insomnio o un sueño desasosegante. |
3. Cuidado con las esquinas. Cuando la energía Chi pasa por la esquina de una pared, tienda a acelerarse y salir disparada. Cualquiera que esté sentado o duerma por donde pase dicha energía se sentirá intranquilo o desasosegado. La solución en este caso es suavizar el borde de la esquina. Bien tapándola con tejidos o una moldura, o introduciendo una planta alta o una planta colgante. | 4. Sentirse seguro. En el Feng SHui la energía Chi nos rodea: por delante y por detrás. Si dejamos la espalda sin protección, nos resultará más difícil relajarnos y seguramente también nos sentiremos intranquilos. Procura tener la espalda resguardada cuando estés sentado. Puedes orientar las sillas contra la pared, o bien cubrir tus espaldas con un biombo. |
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| 5. Todas las puertas deben estar libres de cualquier estorbo, ni delante ni detrás, para no poner impedimentos a la recepción del chi en cada estancia. | 6. Cuando la puerta y la ventana (o dos puertas) de una estancia están una enfrente de otra, la energía chi cruza demasiado rápido y no tiene tiempo de alimentar el espacio. Se recomienda una planta alta o una cortina en la ventana. Algo que interrumpa la veloz circulación estableciendo una barrera entre ellos. | 7. Los desagües y retretes «engullen» la energía que entra por puertas y ventanas. Hay que mantener siempre bajada la tapa de los sanitarios y las puertas del lavabo y la cocina cerradas. |







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