Deposita el cuenco sobre la palma abierta de tu mano izquierda (si eres diestro) y coge la baqueta con tu mano derecha. La palma que sujeta el cuenco debe tener los dedos extendidos (de lo contrario, evitarías que el cuenco vibrara).
Los cuencos nos ayudarán en aquellos dolores o molestias que no tienen ningún motivo médico. Para ello, haz sonar tu cuenco tibetano cerca de la zona afectada (siempre que ésta resulte de fácil acceso, claro). Deja que su efecto armonizador repare este desequilibrio energético. Cuando deje de sonar, golpealo de nuevo y repite la operación tantas veces como desees. Este baño sonoro, sin duda aliviará tus molestias.
Técnica:
• Golpea con firmeza el borde del cuenco. Suavemente. Disfruta de su maravilloso sonido.
• Como las vibraciones producidas al golpearlo perduran durante un tiempo, súbe y baja lentamente el cuenco alrededor de tu cuerpo, y nota sus vibraciones en ti.
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De Lunes a Viernes; de 10:00 a 14:00 h
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